jueves, 7 de febrero de 2013

DISCURSO PRONUNCIADO EN DON BENITO EL 28 DE ABRIL DE 1935

DISCURSO PRONUNCIADO EN DON BENITO EL 28 DE ABRIL DE 1935 Los que, como nosotros, estamos recorriendo España en viajes, de propaganda, vemos que en todas partes, lo mismo en las grandes capitales que en los pueblos más chicos, nuestra semilla va a dar fruto mucho antes de lo que esperábamos; pero estos frutos no serán cargos ni ventajas, sino una vida dura, disciplinada y de sacrificio, con la recompensa única, pero suficiente; de haber creado una España grande, fuerte y unida, en la que todos los españoles trabajen y se encuentren amparados por una verdadera justicia social. Porque ya estamos hartos de ver cómo antes las izquierdas, ahora las derechas, invocando aquéllas unos principios y éstas otros, las primeras con sus odios y rencores, las segundas con sus egoísmos y comodidades, han destrozado a España y hecho imposible la convivencia de varios millones de hombres, que en lugar de odiarse mutuamente debían trabajar porque su Patria volviera a ocupar en el mundo el puesto de preeminencia a que tiene derecho y al que nosotros, con nuestra esfuerzo y nuestro sacrificio, la hemos de llevar, porque tenéis que desengañaros: la salvación de España no está en los republicanos ni en los monárquicos, ni en las derechas ni en las izquierdas, ni en el proletariado ni en la burguesía; la salvación está en que todos nosotros, abandonando esas diferencias de partido, de grupos y clases, nos acordemos que, antes que nada, somos españoles uniéndonos en un solo haz y sometiéndonos al yugo de la disciplina y del sentido nacional. Por eso Falange Española de las J. O. N. S. quiere acabar con los partidos políticos, con las clases, con los separatismos locales; es decir, con todos aquellos obstáculos que se oponen a que se restablezca la unión de los españoles y la unidad entre todas las tierras de España, que hoy se consideran extrañas unas a otras y que se desentienden de los problemas que no les afectan a cada una de ellas directamente. (Arriba, 2 de mayo de 1935.)

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